sábado, 26 de enero de 2013

Kirchnerismo salvaje



Ya sabemos quienes son los malos y cuánto mal le han hecho al país, cuánto mal le quieren hacer a la historia y el nivel de daño que ellos, los malos, son capaces de propinarle al pueblo todo.
Entonces: si seguimos mostrando en afiches de Facebook, los errores que no son tales, de tipos como Macri, Bonfatti o el mismo "aún no traidor" Scioli, lo único que hacemos es decir "¿Hasta cuándo?", como Capusotto satirizó en su emisión radial.
Esto, realmente, no suma más que bronca e impotencia.
¿Qué hacer, entonces? Simple: militar.
Militar se puede hacer desde una agrupación, desde uno mismo, o incluso, desde las redes.
Para poder militar se requieren dos recursos básicos para que en la cuestión discursiva, uno pueda defenderse.
El primero es tener conocimiento de la historia inmediata y no tan inmediata, para poder rebatir con argumentos, espejando el antes, el después, y la expectativa de lo que vendrá, siempre apostados en los hechos que el kirchnerismo ha sabido concretar.
El segundo, es tener razón y nunca mentir, y siempre decir la verdad.
Asumir los errores, asumir la problemática, nunca enojarse, y siempre tratar de cambiar al malo, al que no es como nosotros y que piensa sólo en su bolsillo.
Explicarle a ese o esa que cada construcción se hace desde abajo, y que si mejor están los de abajo, quizás mejores no estén ellos, los malos, pero seguramente lo estarán aquellos, los hijos e hijas de los malos, que irremediablemente, YA son hijos de estas políticas, de esta patria nueva y grande, y por tanto, son, hijos del kirchnerismo.

Entonces, las otras instancias se presentan solas y la imperiosa necesariedad de militar orgánicamente en alguna agrupación que ordene, encolumne y haga más cómoda a la lucha, se da per sé.
Yo, por supuesto, siempre recomendaré la militancia de Vatayón, y no lo hago en detrimento de ninguna otra agrupación, ya que, de un modo o de otro, con diferentes estilos, todas las agrupaciones compañeras suman, unas más, otras menos pero todas lo hacen. Las motivaciones que me llevan a recomendar Vatayón son las siguientes: libertad plena de acción, desencuadramiento genérico y batalla cultural agresiva, sin medias tintas y actualización de planeamiento casi mensual. Dinámica política pura.

Así las cosas, es importante, que todos y cada uno de nosotros, estemos donde estemos, desconfiemos del discurso que indica que "estamos en año electoral": todos los días de todos los años son "electorales", y todos los días se debe trabajar en consecuencia y como si fuera lo que otrora, llamamos "en campaña". La mejor campaña posible es la del trabajo y la realidad efectiva, cosa que el kirchnerismo, cumple muy por encima de cualquier otra fuerza política.

Esto, es Kirchnerismo Salvaje: decir, hacer, y hacer diciendo lo que se ha hecho, hará o se debe hacer.

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